Él era uno de esos tipos que se lanzaban de cabeza a la piscina, sin pararse a observar antes si estaba llena.
Ella, en cambio, primero lanzaba la pregunta y a continuación, -inmediatamente- salía disparada al centro comercial más cercano a comprarse 3 biquinis, 2 botes de protección solar, unas gafas de buceo, un libro de bolsillo y un gorro de natación, por si su uso era obligatorio.
Todo ese ritual siempre precedía a la respuesta.
Ella y él. A veces los llamaban los amantes tontos de Teruel.
Estertoreas
Hace 3 horas
Mañana lo leo mejor, que hoy no lo entiendo... será que soy de muy cerca de teruel...
ResponderEliminarMuy bueno, soy más como ella, aunque tengo suerte si llego a responder, mi mente se queda muchas veces como mis noches.
Saludos amiga, te sigo de cerca
Cada uno expresa el amor y los sentimientos a su manera. No hay receta ni fórmula mágica. Los hay que se tiran de la avioneta... y resulta que no llevan paracaidas!!!
ResponderEliminarPor suerte siempre hay puntos de encuentro... si los 2 quieren.
Besos
Mi kerida amiga blosera, ¿por qué la chica se va al hiper?, por favor, ¿y el chico, se fue al hiper-del amor?.
ResponderEliminarBesos amorosos.