Él era uno de esos tipos que se lanzaban de cabeza a la piscina, sin pararse a observar antes si estaba llena.
Ella, en cambio, primero lanzaba la pregunta y a continuación, -inmediatamente- salía disparada al centro comercial más cercano a comprarse 3 biquinis, 2 botes de protección solar, unas gafas de buceo, un libro de bolsillo y un gorro de natación, por si su uso era obligatorio.
Todo ese ritual siempre precedía a la respuesta.
Ella y él. A veces los llamaban los amantes tontos de Teruel.
Pre caos
Hace 14 horas
Mañana lo leo mejor, que hoy no lo entiendo... será que soy de muy cerca de teruel...
ResponderEliminarMuy bueno, soy más como ella, aunque tengo suerte si llego a responder, mi mente se queda muchas veces como mis noches.
Saludos amiga, te sigo de cerca
Cada uno expresa el amor y los sentimientos a su manera. No hay receta ni fórmula mágica. Los hay que se tiran de la avioneta... y resulta que no llevan paracaidas!!!
ResponderEliminarPor suerte siempre hay puntos de encuentro... si los 2 quieren.
Besos
Mi kerida amiga blosera, ¿por qué la chica se va al hiper?, por favor, ¿y el chico, se fue al hiper-del amor?.
ResponderEliminarBesos amorosos.